domingo, 22 de marzo de 2015

Cómo desarrollar FE

Hemos hablado de la fe como un elemento fundamental para el éxito. Vimos que es un estado mental al que se puede auto inducir. Sin embargo, desarrollar fe es un hábito que requiere dedicación y disciplina. Es una hábito que se debe practicar muchas veces hasta hacerlo algo inherente. Debe practicarse una y otra vez, más si consideramos que cada nueva menta, cada nuevo reto que queramos lograr, representará una nueva prueba a nuestra fe.

La fe es una actitud mental de creer en que algo aparentemente imposible es ya una realidad. Esto es complejo si pensamos que la realidad que queremos lograr muchas veces contradice por completo a la que percibimos a través de nuestros sentidos.

Wallance D. Wattles dice al respecto, en su libro La Ciencia de Hacerse Rico, que debemos tener la capacidad de ver la realidad que queremos, por encima de la realidad que vemos con los ojos. O dicho en otros palabras, deberíamos desarrollar la capacidad de "ver con la mente" que nuestro objetivo es una realidad, aunque con nuestros sentidos percibamos otra cosa, y aferrarnos y actuar en consecuencia de aquello que vemos con la mente.

Si llegamos a tener esa capacidad de ver con la mente, convertiremos eso en un pensamiento dominante y hemos visto ya que los pensamientos dominantes llegan a convertirse en realidades a través de la ley de la atracción.

Ser capaces de ver por encima de la realidad, la realidad que queremos crear; es algo que requiere mucha disciplina, esfuerzo y autocontrol.  Es bastante difícil cuando las condiciones son adversas. Cuando nuestros sentidos sólo pueden captar tal vez lo contrario a lo que deseamos.

¿Qué hacer? -Tener fer! -claro, pero ¿cómo?


Bien, la fe es un estado mental, al que nos podemos inducir a través de repeticiones afirmativas. 

A continuación ocho consejos que podrían ayudar:

1. Tener un claro objetivo principal es la base de todo éxito. Debemos tener claro lo que deseamos, por qué lo deseamos y nuestra fecha límite para cuando lo deseamos. Debemos saber nuestro claro objetivo principal de memoria y repetirlo diariamente, en tiempo presente varias veces al día a modo de afirmaciones positivas (por eso se sugiere que lo escribamos).  Por ejemplo, si nuestro objetivo es estar delgados deberíamos repetirnos cada vez que podamos: "estoy delgado porque estoy haciendo todo lo que se requiere para estar delgado". Quiero llamar la atención sobre la segunda oración de la frase anterior ya que invita a la acción. Se dice que la acción es el segundo paso de la Fe.

2. Rodearnos de imágenes mentales que potencien nuestro deseo. Fotos impresas, en la pantalla de la PC, de fondo del celular, toda imagen que sugestione nuestra mente de forma positiva es bienvenida. Todo aquello que  incremente nuestro deseo por tener, por lograr nuestra meta.

3. Actuar cómo si nuestro deseo ya fuera una realidad. En todo lo posible. Esto es más laborioso de lo que parece, requiere de mucha imaginación, concentración y acción "correcta". La mejor forma de explicarlo es con un ejemplo. Si una persona quisiera lucir como un modelo de fitness, entonces debería de preguntarse, cuales son aquellos comportamientos fundamentales que hacen a un modelo lucir así. La respuestas serían, por ejemplo, entrenan de cierta forma, se alimentan de otra determinada forma, etc. En estos aspectos claves, la persona debería comenzar a comportarse como su modelo a seguir. Esto nos lleva nuevamente a la fórmula que hemos propuesto de éxito. Pensamiento correcto + Acción consecuente = éxito. 

4. Mantener una actitud mental positiva. El estado mental lo es todo. Contar las virtudes en ves de las falencias, confiar en nuestras habilidades, leer historias de personas que ya han alcanzado lo que nosotros queremos alcanzar, todo lo que nos ayude a mantener una actitud mental positiva es válido. Como contraparte alejarnos de cualquier pensamiento o influencia negativa por pequeño que parezca ser.

5. Reconocer que habrán fracasos temporales. Toda meta es un nuevo camino, y como en todo nuevo emprendimiento, el proceso de prueba y error estará presente. Cuando esos errores o fracasos temporales aparezcan, debemos recordar que toda adversidad trae consigo una ventaja equivalente. Y lejos de deprimirnos por un mal resultado, aprender, hacer los ajustes respectivos en nuestros planes y volver a intentar de nuevo. la perseverancia será la clave.

6. Hacer una lista de los beneficios que  obtendremos al lograr nuestra meta. Y pensar en esta lista siempre que sea posible. Esto dará una autosugestión positiva a nuestra mente.  Además colaborará a que mantengamos una actitud mental positiva.

7. Tratar de hacer cada día una acción que nos acerque a nuestro objetivo. La acción es la segunda parte de la fe o cómo dijo el Dr. Hill "la fe sin obras esta muerta".

8. Orar en acción de gracias. Orar agradeciendo al infinito con la seguridad que recibiremos lo que hemos pedido. Al orar, imaginarnos, sentirnos en la posesión de nuestro objetivo. Estimular los sentidos en lo posible para tener la sensación de logro alcanzado.

Cabe resaltar nuevamente que la fe requiere disciplina y autocontrol, pero siempre da frutos. El esfuerzo invertido se recuperará con creces. Recomiendo no decepcionarse si a la primera no funciona. La perseverancia es la clave de la mano con la actitud mental positiva.

Espero este post haya sido de tu ayuda, déjame saber tus comentarios al respecto. En siguientes post ampliaremos más sobre este tema ya que hay mucho que decir.

Te deseo un feliz día. Que todas tus metas para hoy se cumplan! 

Saludos!


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Aunque abordamos el tema desde una perspectiva diferente a la religiosa, la frase en la imagen, de un santo, define muy bien el proceso de la fe. 

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