miércoles, 21 de enero de 2015

Plan de acción

Suele decirse que una meta sin un plan, es sólo un deseo entre suspiros, y personalmente creo que es verdad. 

Hemos definido ya en anteriores post nuestro claro objetivo principal y nuestras metas. Hemos respondido el ¿Qué quiero?, ahora debemos responder ¿Cómo voy a conseguirlo? ¿Qué necesito para conseguirlo? ¿Qué debo hacer para conseguirlo?

No es necesario tener la respuesta exacta a estas preguntas, basta con tener una leve idea de cómo es el camino a seguir, comenzar a actuar de inmediato sobre aquello que podemos hacer ahora y dejar el resto al universo, ya que cuando estemos listos para recibir este se encargará de enviarnos los planes concretos que nos guiarán hacia la consecución de nuestra meta.

Lo importante es ceñirnos a nuestro claro objetivo principal. Los planes, pueden ser cambiados bajo determinadas circunstancias si no funcionan, pero debemos pensar siempre, con toda seguridad, que obtendremos eso que queremos.

Es en la ejecución de nuestro plan de acción donde suceden las cosas. Es el medio por el cual la mente se conecta con el infinito y todo parece estar a nuestro favor para materializar nuestros sueño. Aunque a veces, también hay fracasos, pero sí sabemos los que queremos, el fracaso es siempre algo temporal, si persistimos, el fracaso termina por "asustarse" ante nuestro poder y se retira, dejando el camino libre hacia nuestra meta.

Existen métodos para ejecutar planes de acción, aunque en lo personal, uno de los mejores cursos que he recibido sobre actuar para cumplir metas fue: las 4 disciplinas de la ejecución de Franklin Covey, que tuve el gusto de poder complementarlo con el taller focus también de Covey, un curso altamente recomendable que se aplica a todo ámbito de la vida. 

Las 4 disciplinas que recomienda Covey son:

  1. Enfocarse en lo crucialmente importante
  2. Tomar acción sobre las mediciones de predicción
  3. Llevar un tablero de resultados
  4. Mantener una cadencia de rendición de cuentas
Pero esto es ejecución, enfoquemonos primero en elaborar un plan. 

Plan de acción definido

Hacer un plan significa definir las acciones que debemos tomar para alcanzar nuestra meta. Esto es relativamente más sencillo hacerlo con las metas de corto plazo. Por ejemplo, si nuestra meta es marcar nuestro abdomen, traducido a una meta con sus tres elementos (plazo, dato cuantitativo y que se dará a cambio) quedaría redactado así:

Para finales de este mes, habré reducido mi porcentaje de grasa corporal de 20% a 15% lo que me permitirá tener un abdomen marcado. A cambio, estoy dispuesto a dar mis mejores esfuerzos en el gimnasio y en mi dieta.

Si pones atención, aquello que estamos dispuestos a dar, encierra la noción del plan. Que en este caso sería ir al gimnasio y hacer una dieta.

Entonces, el plan para este ejemplo sería, ir al gimnasio 5 veces por semana, 1 hora diaria y comer solamente comida saludable (por ejemplo, este tema es mucho más amplio).

Podemos ver entonces que el plan consiste básicamente en definir nuestras actividades diarias, semanales, mensuales y anuales. Claro que nivel de precisión ira disminuyendo conforme más amplio sea el plazo, pero los planes se pueden ir ajustando.

La planificación semanal y diaria están en la cumbre de la pirámide de la ejecución de Covey, por eso trataremos brevemente este tema, aunque si quieres saber más, recomiendo visitar su página web http://www.franklincovey.com/tc/

Planificación semanal y diaria


Pudrías preguntarte entonces ¿significa que debo planear todos mis días, todas mis semanas? y la respuesta es un rotundo sí. Los planes exitosamente ejecutados se basan en la planeación constante y la rendición de cuentas (incluso rendirse cuentas a uno mismo).

Mi sugerencia es entonces, siempre en tu cuaderno de metas,  ya con tus metas definidas, responde a los ¿Cómo lo haré? ¿Qué necesito? ¿Qué debo hacer?

Retomando el ejemplo de definir el abdomen  como meta para finales de este mes. El plan quedaría algo así:

Meta: A finales de este mes...

Plan para este mes:
 


Este pequeño plan, es a la vez un tablero (un poco rustico) de medición. Puedes ver que las actividades están planeadas por semana, para todo el mes, para esta meta en específico. Se debería hacer lo mismo para las demás metas.  También puedes ver que hay una fecha para ejecución y/o evaluación, y un apartado para medición, si se ejecutó o no. Si no se ejecutó, deberías explicarte a ti mismo, frente a un espejo, por qué no, si fueron causas propias o ajenas y si realmente no había otra alternativa para cumplir. ¡Bastante estricto verdad! Pero esto ayudará a cumplir nuestras metas, ya que no querrás verte al espejo todas las semanas autojustificandote por no haber ejecutado.

Otro punto a resaltar, a manera de ejemplo, es que lo más importante se ha programo de primero. Para cumplir con la primera disciplina, enfocarse en lo crucialmente importante. No se puede ir a un gimnasio si antes no estamos inscritos.

Aunque en realidad esta disciplina, de enfocarse en lo importante, se refiere a que de todas nuestras actividades diarias, debemos priorizar en atención y energías aquella que nos darán el 80% de los resultados. Este video ayudará a aclarar el tema: https://www.youtube.com/watch?v=at6Bfc0UkWs

Para resumir

Para resumir: ¡es tiempo de actuar!

  1.  Has un plan para cada una de tus metas a mediano (anuales) y corto plazo (las del mes), hazlo a manera de tablero de control, de tal forma que te permita saber si cumpliste o no. También recuerda establecer día de ejecución.
  2. Una vez planeado tu mes, para cada meta, tradúcelo a planes semanales. ¿Qué harás cada semana alineado a tu plan mensual, para cada meta?. Y finalmente, planea diariamente. 
  3. Esto significa que, en tu cuaderno de metas, diariamente harás una agenda sobre lo que harás cada día para cumplir tus diferentes metas. Esto debe hacerse por la mañana, no tomará más de 10 minutos.
  4. En lo posible, utiliza las primeras horas del día para enfocarte en aquello que es crucialmente importante en tu plan, es decir, en ese 20% de cosas que darán el 80% de resultados.
  5. Por las noches, evalúa tus resultados del día, (otros 10 minutos) anota tus experiencias y cualquier buena idea de mejora en tu cuaderno. Esto equivaldrá a llevar un tablero de resultados.
  6. Evalúa semanalmente los resultados de los datos cuantitativos de tus metas. Nuevamente con el ejemplo de la persona que quiere llegar del 22% al 15% de grasa corporal, semanalmente debiera medirse en que porcentaje está y analizar sus resultados, lo que nos lleva al siguiente punto.
  7. Una vez por semana, en privado, evalúa el resultado de tu semana en base a lo planeado contra lo real ejecutado. ¿Qué se cumplió satisfactoriamente y que no?. Felicítate por los buenos resultados y por los que no se obtuvieron pregúntate ¿Por qué no cumplí? ¿Fue mi culpa o de alguien más? ¿Si fue culpa de alguien más, por qué permití que eso pasará? ¿En cualquier caso qué voy a hacer para evitar que eso vuelva a pasar? ¿Qué voy a hacer para cumplir esta meta a como de lugar? Al hacer esto estarás teniendo una cadencia de rendición de cuentas hacia ti mismo. Si estás realmente comprometido, está técnica funcionará como aliciente.
Si sigues los 7 pasos anteriores, estarás de forma muy sencilla siguiendo las 4 disciplinas de la ejecución de Covey.

Bien, con este post terminamos la serie de metas y propósitos. Ahora sólo falta "manos a la obra" y a actuar! Siempre con la actitud mental de que todo es posible y que el fracaso es siempre temporal
 
Me despido con una frase del Dr. Hill "Un planteamiento inteligente es escencial para el éxito en cualquier empresa (...) La derrota le hará ser más fuerte. Si el primer plan que usted adopte no funciona satisfactoriamente, cámbielo por otro; si este nuevo plan tampoco da resultado, cámbielo otra vez; hasta que encuentre uno que se lo dé. (...) La derrota temporal, no es nunca un fracaso permanente".

Te deseo un feliz día, que todas tus metas para hoy se cumplan.

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Saludos!

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