lunes, 23 de febrero de 2015

Evita criticar - La crítica III

En los dos post anteriores sobre las críticas, analizamos que hacer cuando somos criticados, los efectos negativos que conlleva el temor a las criticas y tres técnicas para desarrollar inmunidad a las críticas injustas, así como una técnica para usar las criticas a nuestro favor.

Vimos lo desagradable que es recibir una crítica y lo desagradable que es la persona que nos critica. Cabe entonces hacernos la pregunta ¿nosotros solemos criticar? ¿A quién y por qué? ¿Queremos acaso ser de esas personas desagradables?

La inutilidad de la crítica


Al criticar puede buscarse desde corregir una situación, hasta hacer sentir mal a una persona, en ambos casos, la crítica resulta inútil y el objetivo improductivo. Frecuentemente se dice que somos seres racionales, pero la verdad, es que somos más seres emocionales que racionales. El las emociones y el orgullo son grandes impulsores de la naturaleza humana. Las críticas hieren nuestro precioso orgullo porque nos señalan equivocaciones, debilidades, puntos de mejora.

Si se critica para corregir una situación, sólo se consigue que la persona se ponga a la defensiva y trate de justificarse con mil argumentos falaces o lógicos, pero, difícilmente aceptará su error, pues hemos herido su orgullo, hemos dicho indirectamente "soy más inteligente que tú" y eso sólo despierta resentimientos. Es seguro que, si esa persona no sabe manejar la crítica, estará atenta para aprovechar la primer oportunidad que tenga para vengarse. Recordemos la máxima: "no juzgues si no quieres ser juzgado".

Y si se critica para hacer sentir mal a una persona, de igual forma se pondrá a la defensiva y mostrará todo su arsenal de contra-ataque en nuestra contra. Una batalla con muchas heridas y sin ganador, dónde solo habrá odio  y el odio es un sentimiento negativo que contradice toda filosofía de éxito.

La crítica es inútil. despierta resentimientos, conquista enemigos y es poco probable que corrija la situación que se pretende corregir.

De echo, si queremos mejorar a alguien, empecemos por nosotros mismos. Es millones de veces más beneficioso y productivo que tratar de mejorar a los demás a través de críticas.

"Las críticas son como palomas mensajeras, siempre vuelven al nido" Dale Carnegie.

Otro efecto negativo de la crítica para el éxito


Como si conquistar enemigos y ganar odio no fuera poco, la crítica tiene otro efecto perjudicial para el éxito. Al criticar, te enfocas en lo negativo, tu mente convierte los aspectos negativos de personas, cosas o situaciones en sus pensamientos predominantes y ya sabemos que estos terminan por materializarse en realidad. Entonces, al criticar una y otra vez, por la ley de la atracción, habrán en nuestra vida cada vez más y más cosas negativas a las cuales criticar, por las cuales quejarse. Es así como además de ser un instrumento útil para conseguir enemigos, la crítica también es útil para atraer cosas negativas y crear obstáculos en la vida de éxito que queremos.

Entonces, es mejor que ante aquellas situaciones que no nos gustan y de las cuales tengamos otra opción, mejor evitemos criticar, así evitaremos crear resentimientos y evitaremos que nuestra mente se contamine con pensamientos negativos.

Por el contrario, cuando algo nos guste, seamos, como dice Dale Carnegie: Calurosos en nuestra aprobación y generosos en nuestros elogios, es decir, si algo nos gusta !digámoslo! agradezcámoslo! así ganaremos buena voluntad y  nuestra mente estará en un estado positivo, tendrá como pensamientos predominantes aquello que nos gusta y la sensación de felicidad que eso nos causa y atraeremos más de ello a nuestra vida.

Cualquier tonto puede criticar, censurar y quejarse, y casi todos lo hacen. Pero se necesita carácter y dominio de si mismo para ser comprensivo y capaza de perdonar. O en palabras del Dr. Napoleon Hill: si has de decir algo malo de alguien no lo digas ¡Escríbelo! escríbelo a la orilla del mar, en la arena, dónde las olas lo borrarán. 

Para finalizar una cita de Dale Carnegie:

"En lugar de censurar a la gente, tratemos de comprenderla. Tratemos d eimaginarnos por qué hacen lo que hacen. Eso es mucho más provechoso y más interesante que la critica; y de ello surge la simpatía, la tolerancia y la bondad. (...) El mismo Dios, señor, no se propone juzgar al hombre hasta el fin de sus días, entonces ¿Por qué habremos de juzgarlo usted o yo?"

Recordemos y practiquemos siempre la regla de Dale Carnegie:

"No critique, no condene ni se queje"

Con este post finalizamos la serie de las críticas. 

Espero haya sido de tu agrado y te haya resultado útil.

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Saludos!

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Las críticas I
Las críticas II




lunes, 9 de febrero de 2015

Cómo ser inmune a las críticas (Las Críticas II)

En el post anterior hablamos sobre cómo  el miedo a las críticas puede ser sumamente negativo para el éxito. Desde orillarnos a desarrollar conductas autodestructivas como poner la opinión de los demás por encima de la nuestra con tal de no ser criticados, negando con esto nuestro gran potencial, hasta paralizarnos de actuar por miedo a lo que los demás podrían decir.

Vimos también como la crítica parece ser parte de la naturaleza humana, ya que hagamos lo que hagamos, incluso si no hacemos, las críticas estarán allí. No podemos controlar las críticas, pero, tenemos un poder superior, el poder de decidir cómo será nuestra reacción ante las críticas.  El poder de decidir ser inmunes ante las críticas. Hoy, trataremos sobre ello.

Crítica, un elogio disfrazado


Pensemos un momento, si alguna hemos criticado injustamente  ¿por qué lo hicimos? ¿Qué no hizo atrevernos a emitir tan desagradable argumento? En lo personal, creo que los motivos por los que las personas criticamos van desde no tener nada mejor que hacer, hasta lo que reza la sabiduría popular (sabiduría que a veces ignoramos) y que leí una vez, en una revista de esas que ponen cuando estás en la sala de espera del médico, un articulo que decía algo así "criticamos a quienes interiormente admiramos" y seguramente es igual a la inversa.

Tal vez quienes nos critican nos admiren en sí, pero muchas veces, es porque hemos despertado un sentimiento de envidia en esas personas. Por alguna razón, sin así quererlo nos considera superiores en alguna característica que esas personas quisiera tener cómo nosotros.

Veamos un ejemplo, esos programas y revistas que giran en torno a la crítica, a quienes dirigen su atención, ¿a personas promedio? -No, lo hacen a "personalidades", gente que por una razón u otra ha logrado destacar; lo que nos recuerda lo que Dale Carnegie indicaba "Nadie patea a un perro muerto", lo que quiere decir, según mi opinión personal, nadie critica a quien no ha destacado.

Lo anterior significa que, la crítica injusta es muchas veces, en realidad, un elogio disfrazado. Si sentimos que en algo nos critican sin razón, veámoslo como un elogió disfrazado. Es una señal que en algo hemos destacado y que han comenzado a prestarnos importancia, pero no se atreven a reconocerlo, así que,  la mejor solución que encuentran: nos critican.

Criticar sin razón proporciona al atacante una sensación de importancia, trata así de desvalorizar aquello en lo que siente lo han superado, podemos decir que calma su ego o incluso lo alimenta si hay más personas que piensan cómo él. Tengamos pues presente siempre lo que decía Dale Carnegie "Nadie patea a un perro muerto, y cuanto más importante es el perro, con mayor satisfacción se le patea".


La mejor forma de reaccionar ante la crítica injusta


Ok, la crítica sin razón es un elogio disfrazado, pero, ¿qué hacer cuando la recibimos? en una reunión de social, de trabajo, por correo o incluso en público ¿cómo reaccionar? En primer lugar, tener autocontrol. Resistirnos a la tentadora idea del contra-ataque, por muy buenos y geniales insultos que tengamos en mente. Recordemos que el autocontrol es una cualidad superior íntimamente relacionada con el éxito que sólo las grandes personas logran dominar.

Recuerdo que décadas atrás, en mis épocas del colegio, cuando mis amigas discutían entre sí, tenían una frase, que sonaba a cliche pero entre sus alegatos se decían "yo no me voy a rebajar a tu nivel..."

Y creo que es un buen consejo a seguir cuando nos critican injustamente. No rebajarnos al nivel de quien nos critica. Por rebajarse me refiero a no adoptar una actitud mental inferior. Recordemos que si esa persona nos critica es porque ella ha detectado algo en lo que nos considera superiores, y busca a través de su crítica ofendernos, descontrolarnos para hacernos descender. Lo peor que podríamos hacer es caer en su "juego". Mantengamos nuestra actitud mental superior.

¿Pero entonces cómo proceder? dos caminos. Simplemente ignorar con tacto y  el mejor, usar el sentido del humor. Reír nada más. Al reír ante su crítica, haremos que su mente entre en "shock" ya que quería descontrolarnos, ofendernos y enojarnos y en vez de eso, nos ha hecho reír.  Si contestamos, daremos lugar a que a su vez nos responda con más criticas e insultos (que seguro ya tiene pensados), pero ¿Qué se le puede decir al que se ríe nada más?

Y si te preocupa lo que la gente piensa de ti. Olvida esa idea. Para empezar la preocupación por cualquier cosa es inútil de por sí, pues con preocuparse no se resuelve nada. Luego, las personas que nos critican piensan en nosotros cómo "el chisme del almuerzo", después de eso, los demás no piensan en ti o en mí, piensan en ellos todo el tiempo (igual que nosotros pensamos en nosotros mismos). Podemos decir que así es la naturaleza humana, pensamos más en nosotros mismos que cualquier otra persona.

Simplemente debemos tener presente que si logramos destacar en algo, seremos criticados. Acostumbrémonos a esa idea, hagamos lo que debemos hacer lo mejor que podamos  ya que la crítica estará allí de todos modos. Esto último se debe recordar:

Hagamos las cosas lo mejor que podamos y olvidémonos de lo que digan los demás, porque, seremos criticados si hacemos, cómo si no hacemos. Y ante la crítica injusta, recordemos reír!


La crítica como herramienta de auto mejora continua


Hasta acá hemos hablado de críticas injustas, pero, que pasa cuando las críticas, por dolorosas que sean, llevan una parte de verdad, denotan un punto que en efecto debemos mejorar por nuestro bien. ¿qué hacer? cuando esa crítica más bien pareciera un consejo, aunque no haya sido necesariamente pedido.

Lo primero, superar el ego dañado, ya que no es grato que nos señalen equivocaciones o áreas a mejorar. Nuevamente el autocontrol es la clave. Ante un consejo así, hay que saber separar el trigo de la paja, es decir, reconocer lo que nos puede ser útil y tomarlo para actuar sobre ello, y lo que no, simplemente desecharlo.

Esas críticas vienen de clientes, que nos dan en su consejo la oportunidad de mejorar nuestro servicio al decirnos algo que, probablemente más personas notaron, pero sólo algunas se atreven a decir. O de seres queridos que quieren nuestro bien.

Es verdad que la opinión es un artículo barato, como dice Napoleon Hill. pero previo a desecharla a la ligera, cuando cumple con los requisitos anteriores o viene de una persona que ha logrado el éxito en la misma área que nosotros queremos lograr, tomemos el tiempo para analizarla.  

Cómo reaccionar ante críticas que podrían ser acertadas

Agradezcamos con cortesía el interés de la persona por nuestra mejora, aunque no sea así, nuestras palabras de agradecimiento, cómo en el caso de la risa en la crítica injusta, la llevarán a un "shock" al ver que no podemos ser dañados, además que al darle las gracias le habremos dado la importancia que buscaba. Reconozcamos que somos humanos y por lo tanto cometemos errores, pero que haremos lo posible por mejorar. Siempre evitemos discutir. 

Tras haber hecho eso, en privado, en nuestro cuaderno de metas personales, analicemos fríamente la crítica. Despersonalizandola, es decir, olvidemos de quien vino, imaginemos que fue escrita por la nada, esto evitará que nos sintamos ofendidos. Veamos entonces lo que tiene razón y lo que sirve y usémoslo a nuestro favor, tomemos de inmediato acciones correctivas. Y lo que no, simplemente que quede en el olvido y ¡vamos por nuestras metas!

Anticipándose a las críticas


Ninguno nos conoce mejor que nosotros mismos. Entonces, seamos nuestros propios críticos como parte de nuestra mejora. Para esto hay que ser muy objetivos. También puedes buscar la ayuda de una persona que cumpla con los requisitos que tratamos en el post sobre las metas secretas, en a quien podrías comentas tus metas.

O sigamos el consejo de Napoleon Hill “Busca el consejo de aquellos que te dirán la verdad sobre ti mismo, aunque te duela oírla. El mero elogio no producirá esa mejora que necesitas”

Y tras haber hecho esto, actuemos de inmediato sobre nuestros puntos a mejorar.

Posible formula infalible para no recibir críticas

Matar toda ambición y deseo de superación. Olvidarnos de nuestras metas y de aventurarnos a cosa s nuevas. Olvidarnos de querer destacar de cualquier forma. Ser siempre parte del montón, o menos que eso. Quedarse en el sillón y ver televisión todo el día, todos los días hasta convertirte en un "don nadie". Pero aún esta formula podría no funcionar, ya que podrían criticarte por no hacer nada.

Puntos a recordar

  • Evitemos perder el control por la crítica injusta, recordemos que muchas veces esta es un elogio disfrazado pues "nadie patea a un perro muerto".
  • Hagamos lo que hagamos seremos criticados, así que, si sabes que estás en lo correcto, actúa y no prestes atención a las críticas.
  • Cuanto actuemos hagamos las cosas lo mejor que podamos, demos el mejor esfuerzo y luego hagamos oídos sordos a los que los demás digan pues, hagamos o no, siempre nos criticarán.
  • La mejor respuesta ante la crítica injusta es: ¡El humor, reír nada más!
  • Convirtámonos en nuestros propios críticos como herramienta para nuestra mejora continua. Si no eres lo bastante objetivo, pide el consejo de alguien que lo sea y cuya opinión realmente valores. Luego de esto, es momento de actuar! ¡a fortalecer nuestras debilidades!
Espero la práctica de lo dicho en el post te  ayude a desarrollar inmunidad ante las críticas, un campo protector como el de la imagen. En la última parte de esta serie de tres post, veremos como evitar ser una de esas odiadas personas que critican a los demás. 

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Que todas tus metas para hoy se cumplan!

Saludos!

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domingo, 1 de febrero de 2015

Las Críticas

El pequeño cuento narrado brevemente en la imagen de la izquierda, ilustra una realidad: hagamos lo que hagamos siempre habrá alguien dispuesto a criticarnos.

La mayoría hemos sido criticados en algún momento de la vida. La crítica, ese amargo y desagradable comentario que nos hacen los demás juzgando y/o condenando alguno de nuestros actos. Ese señalamiento encaminado a demostrar que nos hemos equivocado en algo, y que muchas veces, puede resultar doloroso e incluso hacer daño si no sabemos cómo manejarlo.

En este post, que dividiremos en tres partes, trataremos sobre la crítica, el miedo a la misma, como ser inmunes a la crítica y finalmente, cómo evitar ser una de esas personas odiadas que critican a los demás.

La reacción ante la crítica, lo más importante


Actualmente, cómo muchas otras cosas, la crítica se ha convertido en un negocio más, ejemplo de ello son las revistas de farándula donde se critica la vestimenta, comportamiento e incluso vida privada de algunas “celebridades” y que si existen, es porque la crítica se venden muy bien.  Pero también se le ha sacado provecho de otra forma, ejemplo de ello son las modas. Ninguno quiere estar fuera de la moda, por temor a ser criticado, eso obliga muchas veces a comprar ropa de acuerdo a los cambios de temporada a las “nuevas tendencias”, ninguno quiere que su vestimenta o “sentido de la moda” sea objeto de habladurías. Las críticas parecen ser parte de la sociedad.

Las críticas están fuera de nuestro control, hagamos lo que hagamos, cómo en el cuento,  siempre habrá alguien que tenga algo que decir sobre nosotros, sobre nuestro actuar o sobre nuestro comportamiento. Podríamos decir que la crítica es parte de la naturaleza humana. Sin embargo, aunque en su naturaleza muchas veces  lleva la intención de hacer daño, la crítica en sí misma no es buena o mala.  Es nuestra reacción ante la crítica lo que hará que esta sea destructiva, neutral  o incluso la podamos usar a nuestro favor (constructiva).

Y esa es la buena noticia, nuestra forma de reacción ante la crítica es lo importante, ya que está completamente bajo nuestro control.  Lo que debemos hacer al recibir una crítica es darle un breve y rápido análisis, algunas no tienen fundamento y son meros insultos, estás deben de ser descartadas de inmediato, por ejemplo, si das un discurso y en vez de criticar tus argumentos te dicen que eres feo, hueles mal, etc. Este tipo de crítica no vale la pena ser analizadas. Son falacias ad hominem.

Pero aquellas que parezcan estar debidamente fundamentadas en hechos concretos (por ejemplo, las que sí van dirigidas al discurso, pudiendo incluso citar datos concretos) o las que vienen de clientes o personas afectadas directamente por el hecho que se critica y tienen algún fundamento, merecen un breve análisis en busca de datos que puedan resultarnos útiles para nuestra mejora continua.

Derivado entonces de lo anterior, dependiendo del contexto y  de forma resumida, podríamos tener tres posibles reacciones ante la crítica, completamente bajo nuestro control:
  • Neutral: simplemente se ignoran (siendo cortés en lo posible)
  • Positiva: Cuando tras analizarlas, encontramos algún argumento válido que denote una oportunidad de mejora a nuestro favor
  • Negativa: Cuando la crítica nos enoja y nos hace perder el control y reaccionamos con un contra ataque, lo que nos desvaloriza. O cuando el miedo a ser criticados es tan fuerte nos paraliza y nos impide hacer algo que queremos hacer. Es decir, el miedo a la crítica detiene nuestro crecimiento.

El miedo a la crítica


El miedo a la crítica, como todo temor, es de naturaleza destructiva. Tanto por contaminar nuestro pensamiento con ideas pesimistas  cómo por paralizarnos para que no seamos capaces de realizar nuestros sueños por el miedo a lo que otros piensen y digan sobre nosotros.

El miedo a la critica podría hallar su origen en la necesidad de aprobación, la necesidad de quedar bien con los demás, que es de por sí gran error. Ni siquiera los grandes hombres, artistas, inventores, profetas, etc.  De la historia han quedado bien con todo el mundo, siempre ha habido alguien que los ha criticado. Necesitar la aprobación equivale a desvalorizarse y definir que las opiniones de los demás son más importantes que las propias.

Si sólo deseas la aprobación simplemente es porque te sientes feliz con el apoyo y la aceptación de la demás personas es normal. “Pero si la necesitas, te puedes derrumbar en caso de no conseguirla (…) Hay que deshacerse de la necesidad de aprobación. Nada de signos de interrogación aquí. Hay que erradicarla completamente de tu vida si quieres lograr tu realización personal. Esa necesidad es un psicológico callejón sin salida que no te aporta ningún tipo de beneficio.

Es imposible vivir en este mundo sin provocar la desaprobación de la gente, a veces en forma grave. Así es la humanidad; así son los impuestos que se pagan por estar "vivo", algo que simplemente no se puede evitar. ” Dyer, W Wayne. Tus Zonas Erróneas.

“El miedo a la crítica roba al hombre toda  su iniciativa, destruye la fuerza de imaginación, limita su individualidad, suprime su confianza en sí mismo y le perjudica de otras cien maneras diferentes” Napoleon Hill, Piense y hágase rico.

Algunos de estos efectos derivados del temor a la crítica


Tomados  del citado libro del Dr. Hill son:

1. Falta de naturalidad y serenidad.  El miedo a ser cómo realmente somos por ser criticados, el constante pensar  en “qué pensarán los demás si hago esto o aquello” lo que lleva al nerviosismo, timidez y a reprimir la verdadera personalidad, que va destruyendo la autoconfianza y con ello entorpeciendo nuestro camino al éxito.
2. Personalidad débil que se expresa con la incapacidad de dar opiniones definidas sobre temas concretos o aparentar estar de acuerdo con otros cuando realmente no lo estamos. No es necesario estar de acuerdo con la mayoría,  se pueden expresar opiniones adversas si se hace con tacto. En la historia hay ejemplos de veces en que la mayoría estaba equivocada (recordemos a Galileo Galilei, incluso las enseñanzas del  mismo Jesús contradecían lo que en aquel entonces pensaba la mayoría).
3. Complejo de inferioridad “hábito de expresar aprobación de sí mismo de palabra y obra como medio para encubrir un sentimiento de inferioridad; usar “palabras gruesas” para impresionar a otros (a menudo sin conocer el verdadero significado de los vocablos), imitar a otros en el vestir, forma de hablar y modales, alardeando de conquistas imaginarias que pueden dar apariencia de superioridad” Napoleon Hill. Ídem.
4. Prodigalidad, querer parecernos o estar a la altura de otros, aunque ni siquiera los consideremos modelos a seguir. Criticar a las personas por detrás y alabarlos de frente. Si alguien no nos agrada, evitemos criticar y al estar frente a esta persona, basta con ser respetuosos al tratarlos, no hay por que ser falsos o buscar su aprobación.
5. Falta de iniciativa no aprovechar las oportunidades, temor a tomar la delantera en lo que nos importa, consultar cada acción en busca de aprobación. Si quieres algo, crees en ello y no afectas a nadie en el camino ¡ve por ello! ¡qué importa lo que los demás piensen!
6. Falta de ambición. Pereza mental y física, carencia grande de deseos por miedo a lo que otros piensen, lentitud en la toma de decisiones o dejarnos influir en nuestras decisiones con las opiniones de otros aunque no estemos de acuerdo.  Hábito de aceptar la derrota sin volverlo a intentar y aceptar los errores propios de mala gana.

Qué hacer para vencer el miedo a la crítica


Si  te sientes identificado con alguno de los puntos anteriores, es porque en alguna medida el miedo a la crítica está afectando tu desempeño, y con ello, tu éxito personal.

Pero el miedo es un estado mental que puede dominarse, y la reacción a las críticas también está en nuestras manos.  En el siguiente post trataremos sobre cómo desarrollar la inmunidad a la crítica, pero cómo el mejor momento para actuar es siempre el presente,  ahora mismo puedes iniciar autoanalizando las causas  que te hacen sentir ese temor  y plantearte opciones propias para superarlo, las palabras del Dyer W. Wayne ayudarán al respecto:

“Echa un vistazo a cómo funciona el mundo. Para resumir, diremos que jamás puedes complacer a todos. En realidad si logras complacer a un cincuenta por ciento de la gente, lo estás haciendo bastante bien. Esto no es ningún secreto. Sabes muy bien que por lo menos la mitad de la gente que compone tu mundo va a estar en desacuerdo con al menos la mitad de las cosas que digas. Y si esto es correcto (para comprobarlo no tienes más que ver cómo en una elección donde uno de los candidatos obtiene un triunfo rotundo, el 40% de la gente ha votado en contra del ganador), así siempre tendrás un 50% de posibilidades de incurrir en algún tipo de repulsa o desaprobación cada vez que expresas una opinión.

 Movido de este conocimiento, puedes empezar a enfocar de otra manera las actitudes críticas de la demás gente. Cuando alguien no esté de acuerdo con algo que tú dices, en vez de sentirte herido piensa que te has encontrado con una de las personas que están dentro del 50% que no está de acuerdo contigo. Saber que, digas lo que digas, o pienses lo que pienses, o hagas lo que hagas, habrá alguien que no esté de acuerdo contigo, es la mejor manera de salirse del túnel de la desesperación. Cuando seas consciente de la posibilidad de crítica y la esperes, no te sentirás inclinado a ofenderte por ello, y simultáneamente dejarás de considerar que el rechazo de un pensamiento o sentimiento tuyo implica el rechazo a tu persona.

No puedes evitar la desaprobación de la gente por más que quieras. Por cada opinión que puedas tener, habrá siempre alguien que tenga exactamente la opinión opuesta a la tuya. Abraham Lincoln habló de esto en una conversación en la que participó en la Casa Blanca y sobre la que nos da cuenta Francis B. Carpenter:

...Si yo fuera a leer, incluso a contestar, todos los ataques que me dirigen, habría que cerrar esta tienda para ocuparnos únicamente de ese negocio. Yo actúo lo mejor que puedo y mejor me parece; y pienso seguir haciéndolo hasta el final. Si al final el resultado es bueno, lo que se diga en contra de mí no tendrá ninguna importancia. Pero si al final el resultado es malo y aunque diez ángeles juraran que yo tenía razón, no habría ninguna diferencia, igual estaría mal”

Entonces, para concluir podemos decir, si lo que quieres hacer resulta beneficioso y útil para ti y no perjudicará a nadie, ¡ve por ello! Y no prestes atención a las críticas. Recuerda que, cómo menciona Dale Carnegie ni Jesús, con todo su amor, consiguió agradarle y lograr la aprobación de  todos.

En los siguientes post, con la ayuda de los grandes textos del último autor citado, trataremos sobre cómo ser inmunes ante la crítica y cómo evitar ser de esas odiadas personas que critican.

Por ahora, espero que todas tus metas para hoy se cumplan!

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